TENTACIÓN, TENTADO

29.12.2011 18:54

Palabra griega “peirasmos”.

Significa intentar, probar, ensayar, poner a prueba. Puede tener un propósito o efecto beneficioso, el propósito concreto de conducir a actuar mal y también de probar o retar a Dios por parte de los hombres.

  1. Con el propósito o efecto beneficioso vemos:
  • Se refiere a Cristo y a los creyentes donde el contexto da evidencia que la tentación fue causa de sufrimiento  (Hebreos 2:18 Y puesto que El mismo experimentó lo que es sufrimiento y tentación, sabe lo que esto significa y puede socorrernos maravillosamente en nuestros sufrimientos y en nuestras tentaciones.)
  • Los creyentes tienen en Cristo un sumo sacerdote en el sufrimiento, en todas las tentaciones que Cristo soportó, no había dentro de él nada que respondiera al pecado. No había en Él una debilidad o naturaleza pecaminosa. (Hebreos 4:15 Nuestro sumo sacerdote entiende nuestras debilidades, porque un día pasó por las tentaciones que a diario pasamos, si bien es cierto que nunca cedió a las mismas y por lo tanto nunca cometió pecado.)
  • En 1 Corintios 10:13, La Biblia nos deja claro que las pruebas son permitidas por Dios para que seamos conscientes de nuestra propia impotencia y dependencia de Dios. Impotencia porque  nadie es fuerte ante la tentación, sino que Dios es el que sabe hasta dónde podemos y que por esto nos da Él mismo la salida para que podamos soportar. (No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla.)
  1. Con el propósito concreto de conducir a actual mal vemos:
  • Jesús fue tentado por Satanás y los fariseos y escribas fueron influenciados por él para intentar atrapar a Cristo en sus palabras:
    • Mateo 4:1-3 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. El tentador se acercó y le dijo…
    • Mateo 16:1 Los fariseos y los saduceos fueron a ver a Jesús y, para tenderle una trampa, le pidieron que hiciera alguna señal milagrosa que probara que él venía de parte de Dios.
    • Mateo 19:3 Algunos fariseos se acercaron a Jesús y, para tenderle una trampa, le preguntaron: ¿Le está permitido a uno divorciarse de su esposa por un motivo cualquiera?
  • La tentación que viene de satanás a los creyentes tanto para hacerles caer en pecado como cuando por las pasiones del corazón una persona cae en trampa y tentación.
  • 1 Corintios 7:5 Por lo tanto, no se nieguen los derechos conyugales, a menos que se pongan de acuerdo en no ejercerlos durante un período de tiempo definido para dedicarse por entero a la oración. Pero luego únanse de nuevo para evitar que no se puedan dominar y Satanás los tiente.
  • 1 Tesalonicenses 3:5 Por esto, yo también, no soportando más, envié a reconocer vuestra fe, no fuera que, de algún modo, os hubiera tentado el que tienta, y que nuestro trabajo hubiera sido en vano.
  • 1 Timoteo 6:9 Pero los que viven con la ambición de hacerse ricos caen en tentación y quedan atrapados por muchos deseos necios y dañinos que los hunden en la ruina y la destrucción.
  • Santiago 1:13-14 Cuando alguno se sienta tentado a hacer lo malo, no piense que es tentado por Dios, porque Dios ni siente la tentación de hacer lo malo, ni tienta a nadie para que lo haga. Al contrario, uno es tentado por sus propios malos deseos, que lo atraen y lo seducen.
  1. Con el propósito de retar o probar a Dios por parte de los hombres vemos que:
  • En Hechos 15:10, Pedro se dirige a los fariseos en Jerusalén que querían circuncidar a los cristianos y les dice: “Ahora pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo un yugo sobre la cerviz de los discípulos, que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?”
  • En Hebreos 3:8-9 el escritor exhorta a que no tentemos al Señor exigiendo cada día nuevos señales y milagros como en el desierto, y Dios cansado de eso después de 40 años, juró que los israelitas de esa generación no entrarían en su reposo: “No endurezcáis vuestros corazones Como en la rebelión, en el día de la tentación, en el desierto, donde me tentaron vuestros padres, Poniéndome a prueba, aunque vieron mis obras cuarenta años.”
  • En Hechos 5:9 se registra la historia de una pareja que tentó al Espíritu Santo, la historia refleja que el probar al Espíritu Santo es señal de incredulidad al no creer que el Espíritu Santo es Dios y todo lo sabe: Y Pedro a ella: ¿Por qué os pusisteis de acuerdo para tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que sepultaron a tu marido, y te sacarán a ti.

¿CUÁL DEBE SER NUESTRA ACTITUD AL SER TENTADOS Y AL SER OTROS TENTADOS?

Cuando nosotros somos tentados debemos:

  • considerarnos bienaventurados por el galardón que se recibirá, Santiago 1:12 dice: “Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba; porque, cuando haya sido probado, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman”.
  • También debemos considerar de dónde viene la prueba siendo sinceros con nosotros mismos, ¿viene de parte de Dios con el fin de ser aprobados para crecimiento espiritual o viene de satanás cuando nosotros mismos damos cabida en nuestro corazón a pasiones pecaminosas? Santiago 1: 13-15 dice: “Nadie diga cuando sea tentado: <Soy tentado por Dios> porque Dios no es tentado por el mal, y él no tienta a nadie. Pero cada uno es tentado cuando es arrastrado y seducido por su propia pasión. Luego esa pasión, después de haber concebido, da a luz el pecado; y el pecado, una vez llevado a cabo, engendra la muerte”.

Cuando otros son tentados debemos:

  • Restaurar al hermano no actuando como sus jueces, sino siendo sensibles a la situación, considerando que podríamos ser nosotros los que estaríamos en esa situación, y si es así, ¿encontraríamos a alguien que nos restaurara?
  • Para restaurarlo es necesario usar de mansedumbre que es contrario a la violencia, y además es consecuencia de la humildad, Gálatas 6:1 nos lo explica: “Hermanos, en caso de que alguien se encuentre enredado en alguna transgresión, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”.