GRACIA

29.12.2011 19:26

En algún momento los cristianos tenemos crisis en cuanto a lo que creemos, muchas veces nos preguntamos si verdaderamente somos salvos y no necesariamente por no creer en Dios sino porque no sabemos lo que implica la gracia concedida al creer en Jesús y cuáles son las bendiciones que hemos recibido.

La palabra GRACIA tiene relación con las palabras favor, benevolencia, agradecimiento y beneficio. Viene de la Palabra griega CARIS, de donde viene la palabra “carismático”, que significa “don otorgado por pura benevolencia”.

En el antiguo testamento la gracia:

  • Da la connotación de ser acepto sin tener merecimiento y por pura benevolencia del que acepta.
    • En Génesis 6:8 (Pero Noé halló gracia ante los ojos de YHVH.) Noé por su buena conducta halló el favor de Dios ante sus ojos, el cual le significó ser preservado con vida ante el diluvio.
    • El concepto de gracia aquí es el acortar la distancia entre el poderoso y el débil, siendo un acto de misericordia por parte del poderoso hacia el débil.
  • Tiene que ver con la misericordia también, que significa obtener y/o pedir consideración, amabilidad y perdón. (Isaías 30:18 Pero el Señor los espera, para tener compasión de ustedes; él está ansioso por mostrarles su amor, porque el Señor es un Dios de justicia. ¡Dichosos todos los que esperan en él!).

En el nuevo testamento:

  • De las 130 veces que aparece la palabra “Caris”, 105 están en las epístolas paulinas, Pablo usa el término para expresar la firme decisión de Dios de buscar la salvación del hombre por medio de la encarnación, muerte y resurrección de Su Hijo. Cuando habla de este concepto también habla de la contraparte, que es el intento humano de buscar la salvación por medio de la obras de la ley, cuando habla de la gracia y justicia de Dios y la fe en Él y su evangelio también habla del pecado, la justificación propia, la sabiduría humana y la idea de recompensa dejando claro que el hombre no necesita ser bueno para obtener la salvación sino que es por gracia mediante la fe. (Efesios 2:8 Pues por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de Dios).
  • Juan también introduce el concepto de la gracia en su evangelio: Juan 1:17 “Pues la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor inagotable de Dios (gracia) y su fidelidad vinieron por medio de Jesucristo.”
  • El Señor Jesucristo mismo es la gracia de Dios personificada: Juan 1:14 “Y el Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” Y este es el mensaje del Nuevo Testamento.

El uso principal del término gracia está relacionado con la doctrina de la salvación, Pablo lo enseña indicando que sale de la voluntad soberana de Dios como un regalo, un don inmerecido para el hombre, que lo recibe por fe.

2 Corintios 6:1 nos exhorta a que no recibamos la gracia de Dios en vano o que no la desaprovechemos, (Ahora pues, como colaboradores en la obra de Dios, les rogamos a ustedes que no desaprovechen la bondad que Dios les ha mostrado.), antes bien esa gracia recibida debe dar frutos, lo cual nos dice el apóstol en Efesios 2:10: “pues es Dios quien nos ha hecho; él nos ha creado en Cristo Jesús para que hagamos buenas obras, siguiendo el camino que él nos había preparado de antemano.”

 

CONCLUSIÓN

 

Cuando aceptamos a Jesús como Señor y Salvador, recibimos por medio de esa fe el favor, protección, cuidado y adopción de un Dios Todopoderoso, El Dios creador y dueño de todo, quien envió a Jesús a morir por nosotros pues estábamos alejados de Él, el pecado aleja al hombre de Dios y como el hombre no sabía cómo acercarse a Dios de nuevo, Dios mismo diseñó el plan de salvación, y eso es precisamente lo que no merecíamos, ser salvos mientras estábamos perdidos en nuestros delitos y pecados, pues aun cuando no sabíamos cómo acercarnos a Dios, la creación misma nos muestra que solo una mente inteligente, un diseñador divino hizo todo y aun así lo rechazábamos, pero cuando alumbró la luz de Cristo a nuestros corazones vimos la verdad, y aunque viéndola merecíamos la muerte recibimos la gracia de Dios, el favor inmerecido de vivir, y ser borrados nuestros pecados, y además tener dones para comunicar el mensaje de Dios.

Jesús es nuestra única salvación, el único camino al Padre, pues es la sabiduría de Dios manifestada, no lo resistamos sino guardemos sus mandamientos, perseveremos en la oración, escuchemos atentamente su voz y cuidemos esa salvación dada por medio de la fe.