CONSEJOS PARA EL NUEVO CREYENTE.

24.09.2011 16:53

 

CONSEJOS PARA EL NUEVO CREYENTE.

Si usted ha aceptado a Cristo como su Salvador, ha dado el paso más importante de su vida. La nueva vida en Cristo vale más que cualquier otra cosa. Ahora, usted no comprende todo lo que significa pero a medida que crece espiritualmente podrá comprender más y más.

Pensemos en el nacimiento y crecimiento de una criatura humana, porque en muchos aspectos se parece al nacimiento y crecimiento espiritual.

Ser salvo quiere decir “nacer de nuevo”. Sabemos que la vida empieza con el nacimiento. Nuestro Señor Jesucristo, en cierta ocasión dijo: …a menos que uno nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios. (Juan 3:3b).

El nacimiento físico no es por voluntad ni fuerza de nosotros mismos. Igual sucede con el nacimiento espiritual. Dios es quien nos da la vida nueva que es eterna. Así, todos los que aceptamos al Señor Jesús como nuestro Salvador somos hechos hijos de Dios. La Biblia dice: Pero a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio derecho de ser hechos hijos de Dios, los cuales nacieron no de sangre, ni de la voluntad de carne, ni de la voluntad de varón, sino de Dios (Juan 1:12-13).

Una criatura que acaba de nacer necesita crecer. Siguiendo la comparación a la vida física humana, las siguientes cosas son necesarias para el crecimiento:

LA RESPIRACION

No se puede vivir sin respirar. Para el que recibe a Cristo se puede decir que la respiración es la oración. El cristiano debe estar en constante comunicación con Dios. Cuando oramos es cuando estamos más cerca de Dios. Si no oramos no crecemos.

El apóstol Pablo dice: Perseverad en la oración, vigilando en ella con acción de gracias (Colosenses 4:2).

Sigamos el ejemplo de Jesús quien se apartaba muchas veces para orar. Muchos piensan que el orar es algo muy difícil. ¿Es difícil hablar al mejor amigo? Por supuesto que no. Dios es nuestro mejor amigo, y cuando oramos, hablamos a nuestro amigo. Dios conoce lo más profundo de cada corazón, como también nuestros pensamientos. Él conoce nuestras necesidades, pero quiere que las expresemos en oración. Podemos comunicarle todo lo relacionado a nuestra vida personal.

Dios quiere que le hablemos con sinceridad. Cuando nos acercamos a Dios en oración, recibimos gran bendición.

EL ALIMENTO

El alimento sostiene la vida. Un niño recién nacido, si no come, muere; y si no come bien, no crece como es debido. Lo mismo sucede con el recién nacido espiritualmente. La comida espiritual es el Pan de Vida, o sea la Santa Biblia. Dios nos habla por medio de ella. Jesús dijo: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4:4).

No pasa un día sin que comamos algo; tampoco debe pasar un día sin que leamos la Biblia. De ella recibimos poder para la vida espiritual. La Biblia fue escrita hace miles de años por muchos hombres, inspirados por Dios. Realmente, La Biblia es una pequeña biblioteca de sesenta y seis libros.

En esta biblioteca encontramos libros de historia, de profecía, cartas y cantos (o salmos). Nuestra comida se compone de una variedad de alimentos para mantener la buena salud. Por medio de estos libros nos provee para que crezcamos en la vida espiritual.

EL AMBIENTE

Necesitamos un ambiente adecuado para crecer bien físicamente. El ambiente del cristiano es importante. Es un gozo tener una buena amistad con persona que tienen intereses comunes a los nuestros. En una iglesia cristiana se encuentran tales individuos. También allí se enseña y predica la palabra de Dios. Esto también es necesario para el crecimiento espiritual. El cristiano crece mejor en comunión con otros que han nacido de nuevo. El autor de Hebreos dice: Considerémonos los unos a los otros para estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos (Hebreos 10: 24-25a).

EL EJERCICIO

El cuerpo humano necesita del ejercicio para un desarrollo completo. El ejercicio del cristiano es servir al Señor. Debe compartir con otros lo que Dios ha hecho en su vida. Dios le ha dado ciertos dones; úselos sirviendo al Señor Jesucristo a través de una iglesia local. Todo cristiano puede hacer algo constructivo. Hágalo de buena voluntad. El apóstol Pablo dice: …no siendo perezosos en lo que requiere diligencia; siendo ardientes en espíritu, sirviendo al Señor (Romanos 12:11).

CONCLUSIÓN

Ya que usted ha dado este paso, no debe mirar atrás. Su consigna debe ser: ¡Adelante, siempre adelante! Fije sus ojos en Jesús. Cuando uno llega a conocer la verdad, debe apropiarse de ella y vivir en ella. Vuelva a leer este mensaje y medítelo. Cristo le ama. Todos sus hermanos en Cristo le aman de todo corazón. Posiblemente haya algún grupo de creyentes cerca del lugar donde está usted. Si los hay, trate de buscarlos para que disfrute del compañerismo cristiano que le ofrecen.

 

Bendiciones y siga con nosotros!!!