¿QUÉ SIGNIFICA SER CRISTIANO? 4A PARTE. EL CRISTIANO COMO TEMPLO DEL ESPÍRITU DE DIOS.

29.12.2011 15:47

(Nuevo Testamento Biblia al Día).

Otro de los aspectos en los cuales la Biblia nos deja claro que somos cristianos, es que somos templo del Espíritu Santo, mucho se habla del Espíritu Santo hoy en día, muchos lo ven como una mera influencia o una energía en las cosas, Pero la Biblia lo presenta como UNA PERSONA, una que puede comunicarse con nosotros, toma decisiones, habla, guía, exhorta, etc.

Como hemos visto antes, el cristiano es un seguidor de Jesús, sumergido en el Cuerpo de Cristo, capacitado para hacer su obra, y esa capacitación la da Dios por medio de Su Espíritu Santo, el Espíritu reparte dones a cada uno como él quiere y también desarrolla esos mismos en nosotros, aunque no lo podamos ver, Él es real, vive en nosotros dándonos testimonio de que somos hijos de Dios:

Romanos8:9  Pero ustedes no son así. Si el Espíritu de Dios mora en ustedes, están bajo el dominio de la nueva naturaleza. (Y recuerden que no es cristiano quien en su interior no tenga el Espíritu de Cristo.)

Romanos 8:16  Porque el Espíritu Santo nos habla a lo más profundo del alma y nos asegura que somos hijos de Dios.

1 Corintios 3:16 nos habla nuestro cuerpo como templo del Espíritu Santo, un templo santificado que se ha convertido en el Lugar santísimo donde Dios habita (¿No se dan cuenta que son el templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en su templo? El templo de Dios es santo y limpio, y Dios destruirá al que profane o corrompa su templo, y ustedes son templo de Dios.)

1 Corintios 6:19 nos confirma que ahora el dueño de este cuerpo es el Espíritu Santo y por eso es que nos debemos dedicar a glorificar a Dios (¿No saben que el cuerpo del cristiano es templo del Espíritu Santo que Dios le dio, y que el Espíritu Santo lo habita? El cuerpo no es nuestro, porque Dios nos compró a gran precio. Dediquemos íntegramente el cuerpo y el espíritu a glorificar a Dios, porque a Él pertenecen.)

¿Cuál es la obra del Espíritu Santo en nosotros?

  1. El Espíritu Santo nos convence de pecado para que podamos reconocer a Cristo.  Juan 16:8-11 Y cuando venga convencerá al mundo de que ha pecado, de que la justicia de Dios está al alcance de todos y de que hay liberación del juicio. El pecado del mundo es su incredulidad en mí; la justicia está al alcance de todos porque voy al Padre y ustedes no me verán más; y hay liberación del juicio porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado.
  2. Vive en nosotros, nunca nos dejará y nos guía a la verdad.    Juan 14:15-17 “Si me aman, obedézcanme; y yo le pediré al Padre que les mande un Consolador que nunca los abandone, y Él les enviará al Espíritu Santo, Espíritu que conduce hacia la verdad. El mundo no lo puede recibir porque no lo busca ni lo reconoce. Pero ustedes sí, porque Él vive con ustedes ahora, y algún día estará en ustedes”.
  3. Nos enseña y nos recuerda todas las cosas que Jesús nos enseñó.  Juan 14:26 Pero cuando el Padre envíe al Consolador que me ha de representar (y cuando hablo del Consolador me estoy refiriendo al Espíritu Santo) Él les enseñará muchas cosas y les recordará todo lo que les he dicho.
  4. Nos da poder para testificar del poder de Dios y su evangelio.  Hechos 1:8  Sin embargo, cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, recibirán poder para proclamar con efectividad mi muerte y resurrección ante el pueblo de Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.
  5. Nos ayuda a vivir en Santidad. Romanos 15:16  Soy, por la gracia de Dios, un mensajero especial de Cristo a los gentiles; mi tarea es traerles el evangelio, y luego presentarlos ante Dios como ofrenda perfumada, porque el Espíritu Santo los ha purificado y los ha hecho agradables a Dios.
  6. Nos guía a toda la verdad. Juan 16:13  Cuando venga el Espíritu Santo, que es la Verdad, El los guiará a toda la verdad, porque no les estará expresando sus propias ideas sino lo que ha oído. Él les hablará acerca del futuro.
  7. En los días finales el Espíritu Santo capacitará a los elegidos a hablar en nombre de Cristo. Marcos 13:11  Pero cuando los tomen presos y los lleven a juicio, no se preocupen por lo que tienen que decir en defensa propia. Digan sólo lo que Dios les ordene decir. En otras palabras, no hablarán ustedes mismos, sino el Espíritu Santo.

Es importante saber que cuando nos dejamos guiar por el Espíritu Santo es fácil y constante el crecimiento espiritual, pues se hace evidente Su Naturaleza y no la nuestra, se hace evidente que lo que está siendo formado en nosotros es el carácter de Cristo, es lo que nos explica Gálatas 5:22:26.

“Pero cuando el Espíritu Santo rige nuestras vidas, produce en nosotros amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza. Y en nada de esto entramos en conflicto con la ley judía. Los que pertenecen a Cristo han clavado en la cruz los impulsos de su naturaleza pecadora. Si ahora vivimos por el poder del Espíritu Santo, sigamos la dirección del Espíritu Santo en cada aspecto de nuestra vida. No tendremos entonces que procurar honores ni popularidad, lo cual lleva siempre a celos y enemistades”.

Debemos recordar que el Espíritu Santo puede ser contristado en el corazón del creyente que le resista (que no le obedezca) y que vuelva a entregarse al pecado:

  • Efesios 4:30  “No entristezcan al Espíritu Santo por la manera en que viven. Recuerden que es el Espíritu Santo el que estampó en ustedes el sello distintivo que les permitirá presenciar el día en que la salvación del pecado quedará completa”.
  • 1Tesalonicenses 5:19  “No apaguen el fuego del Espíritu Santo”.
  • Hechos 7:51¡Tercos! ¡Infieles! ¿Hasta cuándo van a estar resistiendo al Espíritu Santo? Claro, ¡de tal padre tales hijos!”

¿Qué se debe hacer en tal situación?

  • Siguiendo 1 Juan 1:7-9, confesar nuestro pecado, creyendo que la sangre de Cristo nos limpia.

Pero si, al igual que Cristo, vivimos en la luz de la presencia de Dios, entre nosotros habrá un compañerismo y un gozo maravillosos, y la sangre de Jesucristo el Hijo de Dios nos limpiará de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, estamos engañándonos a nosotros mismos y negándonos a reconocer la verdad. Pero si confesamos a Dios nuestros pecados, podemos estar seguros de que ha de perdonarnos y limpiarnos de toda maldad, pues para eso murió Cristo.

  • Volver a buscar la plenitud del Espíritu ordenada por Ef. 5:18

“No se embriaguen ustedes con vino, porque es peligroso para el alma; más bien estén llenos del Espíritu Santo y dejen que El los guíe”.

y en Gálatas 5:16-18:

Les aconsejo que obedezcan sólo la voz del Espíritu Santo. El les dirá a dónde ir y qué hacer. Procuren no obedecer los impulsos de nuestra naturaleza pecadora; porque por naturaleza nos gusta hacer lo malo. Esto va en contra de lo que el Espíritu Santo nos ordena hacer; lo bueno que hacemos cuando la voluntad del Espíritu Santo se impone, es exactamente lo opuesto a nuestros deseos naturales. Estas dos fuerzas luchan entre sí dentro de nosotros y nuestros deseos están siempre sujetos a sus presiones. Pero si ustedes son guiados por el Espíritu Santo no tienen que obedecer la ley”.