¿COMO ALCANZAR MADUREZ ESPIRITUAL?
- LA ORACIÓN.
La oración es básica para la madurez espiritual ya que sin oración constante y permanente no conoceremos a Dios profundamente. La oración es hablar con Dios, los rezos son monólogos es los cuales solo yo estoy involucrado, pero orar implica que Dios me hable y yo le hable, es una conversación, desde este concepto vemos que es necesario que la oración esté acompañada de la lectura de la Palabra, pues, Dios habla a través de su Palabra, y cuando oramos hablamos a Dios sobre nuestras emociones, circunstancias, peticiones y deseos, y si oramos de acuerdo a su Palabra podemos estar seguros que obtendremos lo que pedimos.
Mateo 6:6-7 nos dice: “Pero cuando ores, hazlo a solas, a puerta cerrada; y tu Padre, que conoce todos los secretos, te recompensará. Cuando estés orando, no te pongas a estar repitiendo la misma oración, como los paganos, que piensan que si repiten la oración varias veces Dios va a contestar enseguida.”
La oración no implica que cambiemos la voz ni que tengamos predefinido cómo lo haremos, la oración necesita la sinceridad de nuestro corazón, humildad y atención a lo que Dios quiera decirnos, también total disposición a la ayuda del Espíritu Santo pues ya que al vivir en nuestro corazón y saberlo todo, conoce cuales son nuestras peticiones y nos guía.
CONSEJOS PARA LA ORACIÓN.
- Elegir un tiempo y lugar para orar. Lo necesario para leer la Palabra de Dios, entender lo que se está leyendo, no estar de afán y poder orar con tranquilidad y sin interrupciones.
- La oración debe estar acompañada de palabras de adoración y alabanza, exaltando a Dios por lo que es y lo que ha hecho en nosotros, también con acción de gracias por la obra de Jesús, por los beneficios de estar en Su Presencia, aún por las circunstancias adversas, pruebas y dificultades. 1 Tesalonicenses 5:17-18 dice: “Oren sin cesar. Den gracias en cualquier circunstancia, porque esto es lo que Dios espera de los que pertenecen a Jesucristo.”
- Con humildad y sinceridad para con Dios y con nosotros mismos debemos confesar nuestros pecados y pedir a Dios que nos lave con la sangre preciosa de Jesucristo, con la cual somos perdonados y redimidos de la maldición de la ley, ella nos justifica y nos hace libres, como si nunca hubiéramos pecado delante de Dios. 1 Juan 1:9 dice: “Pero si confesamos a Dios nuestros pecados, podemos estar seguros de que ha de perdonarnos y limpiarnos de toda maldad, pues para eso murió Cristo.”
- Con valentía y decisión debemos perdonar a los que nos han ofendido y orar por ellos en vez de maldecirlos, y orar creyendo que lo que pedimos lo recibiremos recordemos que el perdón incluye olvido, tal como Jesús lo hace con nosotros. Marcos 11:25 dice: “Pero cuando oren, perdonen a los que les hayan hecho algo, para que el Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados.”
- Pidamos por nuestras necesidades personales de acuerdo a la voluntad de Dios.
- Además de orar por nosotros oremos por nuestros familiares, por nuestros amigos y por todos aquellos allegados que no conocen la Palabra de Dios para que abran su corazón a Él y a su Palabra, también oremos por nuestra iglesia y por nuestros hermanos, hay muchas razones para orar por ellos, por ejemplo , el que sean mantenidos firmes en la fe y no caigan en tentación, en que conserven la sana doctrina, en que perseveren en la oración, en que sean bendecidos, que Dios derrame espíritu de sabiduría y que cada día busquemos a Dios y no las cosas, etc. 1 Timoteo 2:1-2 dice: “Exhorto pues, ante todo, que se hagan peticiones, oraciones, súplicas, acciones de gracias, por todos los hombres, por los reyes y por todos los que están en eminencia, a fin de que podamos vivir quieta y sosegadamente, con toda piedad y dignidad.”
- La oración debe estar acompañada también de fe, debemos pues ¿qué nos negó al entregarnos a Jesús?, todo nos lo dio en Él, así que la fe lo trae a nuestra vida. Santiago 1:6 dice: “Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a una ola del mar, impelida y zarandeada por el viento.”
- La oración debe ser hecha en el nombre de Jesús pues Él es el camino al Padre. Juan 16:23 dice: “Y en aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre, os lo dará.” Juan 14:13 dice también: “Y todo lo que pidáis en mi Nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.”
CONCLUSIÓN
La madurez significa estar perfecto para la obra, estar capacitado para hacer lo que se nos ha pedido y dar más allá de ello, el cristiano verdadero no podrá llevar a cabo el propósito de Dios si no está en comunión con Dios, debemos conocer los deseos de Dios y eso solo lo podemos lograr por medio de la oración y la lectura de la Palabra, su voluntad está allí plasmada y solo leerla no es suficiente, necesitamos dar gracias a Dios, perdonar, expresar nuestras peticiones, orar por la iglesia, por los perdidos, pues la razón principal de la iglesia es manifestar el poder de Dios a ellos para que vengan a salvación, debeos también alabar y glorificar a Dios, todo con el fin de adorarle y crecer para agradar a Dios por medio de todo lo que hagamos.